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El rodillo de cubos es una herramienta esencial en protocolos anticelulíticos y de remodelación corporal. Su diseño versátil y técnica no invasiva lo convierten en un aliado para reducir medidas, mejorar la textura cutánea y promover el bienestar integral.
El rodillo de cubos es una herramienta clave en la maderoterapia, diseñada con 4 o 5 bloques de madera (como haya, bambú o nogal) unidos por un eje central. Sus características distintivas incluyen:
Cubos independientes: Cada bloque gira de forma autónoma, permitiendo un masaje profundo y adaptativo en zonas curvas o resistentes.
Diseño ergonómico: Longitud de 45-46 cm, ideal para cubrir áreas amplias como abdomen, glúteos o muslos.
Superficie segura: Bordes redondeados para evitar lesiones en la piel durante el deslizamiento.
Se utiliza principalmente para reducir grasa localizada, combatir la celulitis y mejorar la circulación linfática.
1. Preparación:
Limpiar la piel y aplicar un aceite o crema anticelulítica para facilitar el deslizamiento.
Calentar la zona con masaje manual o compresas tibias (2-3 minutos).
2. Movimientos Clave:
Dirección de los trazos:
Ascendente o hacia ganglios linfáticos: Deslizar desde las extremidades hacia el ombligo, axilas o ingle para favorecer el drenaje.
Movimientos combinados: Alternar círculos, zigzag y presión lineal para romper nódulos de grasa.
Presión y ritmo:
Fase reductora: Presión media-alta en movimientos lentos (5-10 minutos por zona).
Fase de drenaje: Presión suave y ritmo rápido hacia los ganglios.
3. Combinación con Otras Herramientas:
Potenciar resultados con espátula reafirmante para áreas flácidas o copa sueca para sellar el drenaje.
Áreas prioritarias:
Abdomen y flancos: Reduce "rollos" y mejora la tonicidad.
Glúteos y muslos: Combate la celulitis profunda (PEFE) y levanta tejidos.
Brazos y espalda: Elimina grasa localizada y alivia tensiones musculares.
Precauciones:
Evitar huesos prominentes (espinillas, costillas), varices o zonas inflamadas.
Reducción de celulitis: Fragmenta nódulos grasos y mejora la textura de la piel.
Drenaje linfático: Elimina toxinas y líquidos retenidos a través de la orina.
Reafirmación cutánea: Estimula colágeno y elastina, reduciendo flacidez.
Mejora circulatoria: Aumenta el flujo sanguíneo, oxigenando tejidos.
No invasivo: Alternativa natural a cirugías, ideal para lipodistrofias.
Contraindicaciones: No usar en embarazadas, heridas abiertas, osteoporosis o procesos inflamatorios agudos.
Frecuencia recomendada:
Profesional: 2-3 sesiones semanales durante 6-8 semanas.
Mantenimiento: 1 sesión semanal.
Post-tratamiento: Hidratar la piel y recomendar dieta equilibrada + ejercicio para potenciar resultados.
Evaluación inicial: Medir IMC, porcentaje de grasa y definir áreas críticas .
Preparación: Exfoliar y calentar la piel con manta térmica .
Activación: Usar rodillo estriado para preparar tejidos (10 minutos) .
Fase reductora: Aplicar el rodillo de cubos en movimientos profundos (10-15 minutos por zona) .
Drenaje final: Dirigir toxinas con copa sueca o masaje manual.
Cierre: Aplicar gel frío o crema anticelulítica para tonificar.